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El V aniversario del 15/02/2003 en "La Provincia"

ANTONIO SARDÁ ARTILES: ´La manifestación de la guerra de Irak fue el símbolo del hambre de un mundo distinto´

Antonio Sardá (Barcelona, 1947) participa hoy, en el Club Prensa Canaria (20.00 horas), en un acto de conmemoración del quinto aniversario de la gran manifestación contra la Guerra de Irak, que fue seguida el 15-F por casi 200.000 canarios.


CIRA MOROTE MEDINA / LAS PALMAS DE GRAN CANARIA. —¿Qué cree usted que hizo manifestarse a unas 200.000 personas en Canarias el 15 de febrero de 2003 contra la Guerra de Irak?
— Ante la inminente invasión de Irak y por la especial tradición pacifista que existe entre el pueblo canario hubo un grito de dignidad que se concretó en el eslogan de “¡No a la guerra!”, y luego en “¡No en mi nombre!” y en “¡Sí a la paz!”. Canarias tiene una honda tradición pacifista, ahí están los antecedentes de uno de los pocos triunfos que nos podemos poner simbólicamente en el pecho, que fue el ‘No´ a la OTAN, que vino precedido de un gran trabajo durante meses de los comités anti-OTAN.

—¿Qué recuerda como más emocionante de aquel 15-F?
— La convocatoria surge de la Coordinadora Canaria por la Paz y la Solidaridad y recuerdo que en la plaza de las Ranas, a las once, estábamos algunos miembros de la Coordinadora, después del típico café mañanero, poco menos que temblando para ver qué aceptación tendría el acto. A medida que fue avanzando la mañana y se fueron aproximando las doce del mediodía, hora en la que salió la manifestación, el sentimiento era de una intensa emoción, de una profunda sorpresa y de sentir desbordadas todo tipo de expectativas. Recuerdo que entre los compañeros y compañeras, antes de salir nos fundimos en un abrazo que resultó muy emotivo, aunque no por una autocomplacencia, ya que la verdad es que la Coordinadora sólo estuvo en el lugar y en el momento oportunos para que el pueblo canario explicitara lo que tenía dentro. Para nosotros fue un auténtico grito de dignidad.

—¿Cree que sirvió de algo, llegó a oídos de quien tenía que llegar?
—Las movilizaciones de ese día marcaron un hito en cuanto a conciencia. Pienso que Canarias, al igual que los distintos pueblos que conforman el Estado español, existencializaron una realidad obvia. Hay que tener en cuenta que el neoliberalismo ha creado diferentes formas de contratos basura, ha sumergido a la clase trabajadora a una dinámica de inseguridad, con fórmulas de contrato a cada cual más precario; ha introducido la movilidad funcional, la movilidad geográfica; ha impuesto la dinámica aplastante de un sistema fiscal represivo; se ha instalado en una dinámica asquerosa de privatizaciones de las empresas públicas y de deterioro de los servicios públicos, con la finalidad de competir en el mercado global. Esa lucha darwinista conlleva el cercenamiento de conquistas de las clases trabajadoras del primer mundo y la sangría permanente en el tercer mundo. Pero esto no les basta, en el marco de la perversa lógica del sistema, la fuerza bélica es fundamental para la conquista de ese mercado y para reprimir la posible contestación a la dinámica salvaje del neoliberalismo. La guerra de Irak se enmarca en este contexto y la respuesta de aquel día no hay que verla como un hecho aislado, sino como parte de la contestación a este sistema de los movimientos altermundistas, que se concreta, sobre todo, en los foros sociales mundiales y en su lema “Otro mundo es posible”. La manifestación tiene que ver con todo esto y, a su vez, es símbolo de todo esto, de un hambre de un mundo distinto.

—¿Habría que seguir movilizándose, ya que Estados Unidos sigue en Irak?
— Por supuesto que sí. Tras cinco años de presencia pacificadora del imperio en Irak, ahí tenemos el resultado: una guerra civil atroz, atentados diarios, y, aproximadamente, un millón de muertos.

—¿Tendría que retirarse España de Afganistán?
— Sí, desde luego. La frase aquella de “yo saqué las tropas de Irak” habría que complementarla con una similar para Afganistán, Haití, etc., porque, si no, es una política incoherente del señor Zapatero. Resulta que en los presupuestos de 2008, el Gobierno tiene un incremento del gasto de defensa de un 5,9% con respecto a 2007. En materia de gasto militar, en el conjunto del país se invertirán 51,85 millones diarios, 18.926 millones de euros a lo largo del año. En vez de ser unos presupuestos sociales, son presupuestos en pro de la militarización.

—¿Por qué cree que no prosperó la propuesta de Premio Nobel de la Paz para los manifestantes del 15-F que partió del argentino Juan Carlos Salinas?
— Fue una propuesta poética y justa. Hubo marchas en 60 países. Sólo en Estados Unidos hubo manifestaciones en más de 150 ciudades. En España hubo 60. Más del 10% de los españoles salió a la calle. Merecían el Nobel a la Paz, pero la Academia no podía ir en contra del sistema, para ellos no era políticamente correcto.

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