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ZP y el escudo antimisiles

JUAN GARCIA LUJÁN

En esos términos se dirigió al presidente Aznar aquel Zapatero que tres años después ganó las elecciones (tras protagonizar manifestaciones masivas contra la guerra de Irak y no levantarse ante los militares norteamericanos), aquel Zapatero aplaudido por sus militantes la noche electoral que decía "sí sí" cuando le pedían "no nos falles" a este ZP que da una rueda de prensa en la sede de la OTAN, sin derecho a preguntas de los periodistas, para contar que entregará la base de Rota a la OTAN para que instalen el escudo antimisiles que soñó el guerrero Ronald Reagan.


De pedir a Aznar que explicar en el Parlamento el apoyo del gobierno al escudo antimisiles (junio de 2001) a anunciar la entrega de Rota a la OTAN y al Pentágono, y hacerlo en la sede central del bloque militar, va una distancia casi tan gigantesca como la de las galaxias en las que quería entrenar Reagan. En su monólogo ante los periodistas el presidente Zapatero dijo que la supermilitarización de Cádiz supondrá la creación de 1000 puestos de trabajos directos e indirectos. El mismo gobierno que exige el recorte de gastos corriente, que lleva dos años promoviendo el recorte de empleo público, vende como un nicho de empleo la militarización de Europa.


El nuevo secretario de Defensa de Estados Unidos, Leon Panetta, pidió ayer a los ministros de Defensa europeos mayor coordinación en el esfuerzo financiero. Dijo Panetta que Estados Unidos no puede cubrir algunos huecos en defensa que falta, y pidió que ningún gobierno realice recortes de sus gastos militares sin asegurarse que otros cubren las consecuencias de ese recorte. Un servidor estaría dispuesto a aplaudir horas y horas ese discurso de "cooperación" de Panetta si en lugar de pretender mantener la actual locura del gasto armamentístico se planteara en materia de derechos sociales y humanos. Sería fantástico que los órganos supranacionales como la Unión Europea y el G-20 se reunieran para decir: "no recorten en Sanidad en ningún estado sin garantizar que un estado más rico aportará lo que falta para que nadie pierda sus derechos".


Pero no, de lo que habla esta gente es de armas. De intervenciones militares con criterios de estrategia económica, de sangre por petróleo, de ocupación de países con el objetivo de obtener gratis o a bajo precio sus materias primas. Luego se envuelve todo en una búsqueda de la democracia, pero sabemos que esa democracia no es una preocupación en Arabia Saudí o Guinea Ecuatorial mientras su petróleo esté en manos de Occidente.


Estados Unidos promovió la creación de la OTAN junto a los países de Europa occidental para frenar militarmente el avance de los países socialistas. El pacto de Varsovia nació como respuesta a la OTAN y durante muchos años se justificó la OTAN para frenar a la URSS. Cayó el muro de Berlin y su bloque militar, pero la OTAN sigue existiendo. Y ha sido la OTAN la principal promotora del incremento de los gastos de armamentos en las últimas dos décadas. Los atentados contra las torres gemelas fueron la excusa del gobierno de George W. Bush para promover una escalada del gasto militar que defendía en solitario antes del 11S. Desde su fundación el liderazgo de Estados Unidos en la OTAN ha sido indiscutible. Por eso decir OTAN es lo mismo que decir Pentágono. Por eso entregar la base de Rota a 3000 militares norteamericanos y sus mandos es violar el referéndum de 1986 en el que el gobie rno de Felipe González se comprometió a desmantelar las bases norteamericanas en España. Ya se incumplió el referéndum en 1988 cuando se permitió a la OTAN el uso de esa base militar.


Pero lo que ayer firmó Zapatero es un paso más en esa apuesta de las potencias europeas por un mundo más militarizado, unos ejércitos que ya no buscan la defensa de las respectivas soberanías nacionales, sino que se plantean como elementos imprescindible en el control de los recursos energéticos a costa de invadir las soberanías nacionales de países terceros. En unos casos como Arabia Saudí o Turquía, la OTAN funciona como elemento mantenedor de las dictaduras y en otros como Libia, sirve para promover la caída de dictadores que habían sido apoyados por Occidente hasta 24 horas antes.


Lo que ayer anunció Zapatero no fue un plan de empleo en la Bahía de Cádiz. No. Lo que ayer demostró fue su capacidad para hacer el trabajo sucio a Mariano Rajoy antes de la llegada del PP en la Moncloa. Hay que reconocer la inteligencia política del Pentágono. Siempre eligen a líderes socialdemócratas (Tony Blair, Felipe González, Rodríguez Zapatero) cuando necesitan poner su bota militar en este lado del Atlántico.

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