Las personas
y entidades abajo firmantes vemos con preocupación cómo nuestras
aspiraciones por una cultura de paz chocan constantemente con los
esfuerzos por difundir una “cultura de defensa” militar.
Nuestra ciudad, nuestra
isla y nuestro archipiélago han sido y están siendo objeto de
numerosas actividades que entendemos de militarización social.
Citamos como ejemplo las
numerosas intervenciones de unidades militares en fiestas populares y
en eventos deportivos, la organización de maniobras y exhibiciones
militares en espacios públicos como la playa de Las Canteras,
anacrónicas juras de bandera, desfiles y actos como la celebración
del Día de las Fuerzas Armadas, la participación de exhibiciones
aéreas con aviones de guerra, prácticas de gestión militarizada de
campos de refugiados, o jornadas de puertas abiertas que incitan a
las niñas y los niños a percibir las armas como juguetes, cuando
estos son sus principales víctimas en las guerras. La realización
de las mismas implican la colaboración y la puesta a disposición de
recursos públicos, en un contexto de restricciones a la vida
cultural de la ciudad.
Estas actividades de
publicidad militar están dirigidas a normalizar la presencia, la
necesidad y legitimidad de los ejércitos, ocultando su verdadera
misión de amenaza y ejercicio de la violencia, en favor de los
intereses de las minorías. Sin ellas, la cooperación española con
la OTAN en la guerra permanente contra los pueblos sería menos
aceptada, y sería más difícil el reclutamiento de jóvenes.
En el ámbito educativo,
cada vez se hace más difícil promover la educación para la paz y
la noviolencia si los colegios, institutos y universidades se
encuentran abiertos a la publicidad militar. Las visitas escolares a
instalaciones militares y la presencia de militares en las escuelas
haciendo orientación laboral suponen una contradicción con los
objetivos de la educación para la paz.
Por todo ello instamos a
toda la ciudadanía a desobedecer a la guerra desde nuestras
posibilidades, desde aquí.
Solicitamos a las
instituciones públicas, colegios, institutos, universidades y todo
tipo de entidades a decir no a la cultura militar, a no
prestar colaboración ni recursos con la preparación de la guerra y
a boicotear el reclutamiento de nuestros jóvenes, para así poder
realizar una verdadera educación para la paz que pasa por la
denuncia de las causas y de las bases que hacen posible la guerra.
La guerra comienza aquí:
¡Parémosla aquí!
Las Palmas, por una
cultura de paz. 26 de mayo de 2012.
Firmado:
[Haznos llegar tu adhesión personal o promueve la adhesión de tu colectivo o entidad (estas últimas serán recogidas en esta página)]
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