Diversas organizaciones y movimientos del Estado español e
internacionales exigen a Indra en su junta de accionistas que pare su
producción de armamento por su implicación en la vulneración de
derechos humanos
De
manera conjunta y con la colaboración de Alternativa
antimilitarista, el Centre Delàs d’Estudis per la Pau, la Fundació
Finances Ètiques, Alternativa Antimilitarista, Ecologistas en
Acción, Desarma Madrid, War Resisters Internacional, Baladre y la
campaña Regularización ya, han intervenido hoy, 25 de junio,
en la junta de accionistas de Indra, en una acción de Accionariado
Crítico. Esta vez de manera online, para poner en evidencia
las malas prácticas de la empresa en relación a la creación de
material para armamento que es utilizado en guerras como la de Yemen,
y para la militarización de fronteras, basada en criminalizar a las
personas que huyen de la guerra y de la desigualdad.
Indra
ha sido una de las empresas más protegidas del Estado español,
con una tasa de crecimiento en ventas del 455% entre el 1996 a 2015.
Disfrutando de una presencia muy significativa en todas las
ramificaciones de la industria militar.
La empresa copa el 19,4% de las ventas de defensa en el sector de
vehículos terrestres, domina las ventas de defensa del sector
espacial y acumula un 38,6% de las ventas de defensa del sector
misiles –que le reportaron unos 66 millones de euros en 2016–,
además de estar presente a los sectores naval, aeronáutico, y,
obviamente, también en el electrónico-informático, donde acapara
cerca de la mitad del total de las ventas de defensa y la mayor parte
del mantenimiento y modernización de la electrónica de múltiples
programas de armamento. El Ministerio de Defensa español es uno
de sus clientes principales, de mayo del 2017 a mayo del 2018,
fueron adjudicados a Indra un total de 152 contratos del Ministerio,
por un valor de más de 65 millones de euros.
Indra, armas para la guerra
Los
miembros de las entidades que han participado en la acción han
denunciado “la implicación de Indra en la fabricación
y mantenimiento de los sistemas de combate Leopard de Santa Bárbara
Sistemas – General Dynamics, y los radares de los Eurofighters de
BAE Systems que después son adquiridos por Arabia Saudí,
un país en guerra abierta con Yemen y que lidera la coalición que
está provocando una de las mayores catástrofes humanitarias de
enormes dimensiones”. El 12 de abril de 2018, el gobierno de
España firmó un acuerdo para la venta a Arabia Saudí de cinco
corbetas, construidas por Navantia (otra empresa española a la que
Indra provee de componentes), que podrían emplearse en la guerra
de Yemen y en el bloqueo. Según han constatado numerosas
organizaciones internacionales, Arabia Saudí comete con impunidad
vulneraciones graves del derecho internacional de los derechos
humanos y del derecho internacional humanitario.
Indra,
militarizar las fronteras y criminalizar los flujos migratorios
Indra participa en la militarización de las fronteras en diferentes
dimensiones. En España, la principal industria que se lucra
mediante contratación pública de la militarización de las
fronteras es Indra, sobre todo en actividades de construcción de
vallado y mantenimiento de instalaciones. Eso sin contar otros
contratos que se han adjudicado a Indra en uniones temporales con
otras empresas. “Mientras miles de personas mueren en
el mar tratando de huir de guerras, hambre y desigualdad,
el negocio de las fronteras es cada vez más lucrativo”,
han denunciado hoy ante los directivos y accionistas de Indra.
Por ejemplo, el programa Integrado de Vigilancia Exterior (SIVE)
ha tenido un coste de 236,8 millones de euros entre 2002-2018, de
los cuales, casi la mitad han sido millones embolsados por Indra para
el desarrollo y mantenimiento del sistema.
Por otro lado, Indra es una de las principales responsables de
construir y mantener las vallas de Ceuta y Melilla, y ha sido
responsable de la construcción de una tercera valla en la
frontera española en Melilla. En 2005 se decidió aumentar la altura
de la valla doble a 6 metros, así como instalar una tercera
valla tridimensional, donde Indra tuvo un papel relevante.
La
intervención registrada en la Junta General de Accionistas celebrada
hoy, se ha retransmitido simultáneamente en vivo. En el acto se ha
señalado que “frente a la presente situación de
crisis que se ha dado por la Covid-19 a nivel mundial, cuando
las verdaderas amenazas han demostrado ser la precariedad, la falta
de investigación civil y las carencias de un sistema sanitario
deficiente, las empresas de armas demuestran tener menos
sentido ahora que nunca”.
"Pedimos
la retirada de Indra del sector armamentista y de control de
fronteras, reorientando sus actividades empresariales a áreas
responsables con el cuidado y la sostenibilidad de la vida y del
planeta. Poniendo la justicia social y medioambental en el centro",
concluye la comunicación fruto de la acción de accionariado
crítico.
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